miércoles, 30 de mayo de 2018


Hay una respuesta que tengo preparada en la cabeza por si alguna vez me hacen la pregunta. Creo firmemente en esa respuesta. Estoy convencido de que contribuiríamos a la igualdad si todos contestáramos esa respuesta cuando nos lo pregunten, si se dan las circunstancias, claro. Y sucedió: me preguntaron. Pero me cogió totalmente desprevenido. Dita sea.
Fuimos a comprar para un regalo una pluma estilográfica.
Entonces, el dependiente, sin avisarme, sin prevenirme, así, como quien no quiere la cosa, y sin mirarme, me hizo la maldita pregunta: ¿la quiere para un hombre o una mujer?
Tenía la respuesta, la tenía, pero se me escapó, no la dije. No la esperaba para una pluma. No le contesté “para una persona”.
Lo que daría por verle la cara al decírsela, pero me lo perdí porque no dije algo que creo y defiendo.
Estoy por entrar en una juguetería para resarcirme. Ahí fijo que me hacen la pregunta.


domingo, 27 de mayo de 2018


Pues tengo que daros una noticia literaria que me alegra mucho.
El comisario Trápaga vuelve a las librerías.
Será en octubre o noviembre.
Ayer firmé el contrato con la editorial.
Una editorial pequeña y joven, MaLuMa, que prefiere ir despacio pero segura.
Muy ilusionado.
Os iré contando.
Por de pronto, quedaos con el nombre de la novela.
Malenka.

miércoles, 23 de mayo de 2018


Nadie pone en duda, pero nadie, ¿eh?, ni siquiera los griegos, que los dioses griegos son ficticios. Nadie cuestiona la autoría y el mérito de los antiguos griegos en ello. Les servían para moralizar y crear metáforas cojonudas.
Nadie pone en duda, ni siquiera los egipcios, que los dioses egipcios fueron creados por algunos egipcios para controlar y atemorizar al resto de los egipcios.
¿Entonces por qué no sucede así con las religiones monoteístas? ¿Por qué se cree todo a pies juntillas? ¿No es lo mismo? ¿En qué momento perdimos la perspectiva? ¿La recuperaremos alguna vez?
Un ejemplo griego: Zeus se transforma en cisne para seducir a Leda y la deja embarazada (de esa unión nacen Cástor y Pólux).
Reacción del personal, siglo XXI: qué asco, zoofilia, menuda imaginación, qué pervertido el Zeus este, qué rebuscados estos griegos con su mitología.
Un ejemplo cristiano: Dios baja a la tierra como Espíritu Santo y, en forma de paloma, deja embarazada a María (de esa unión nace Jesucristo)
Reacción del personal, siglo XXI: palabra de Dios.
Amén.


jueves, 17 de mayo de 2018

AMOR DE HIJO (relato)


Amor de hijo (relato)

Veinte años de duro trabajo habían dado sus frutos. Ángel había dedicado dos décadas de su vida en verter toda su formación y conocimientos en aquella máquina que viajaba en el tiempo.
Siempre lo tuvo claro, desde el primer momento, desde que quedara solo tras el brutal  asesinato de su madre. Veinte años sin relacionarse, sin vida social. Solo. Trabajando en su invento.
Hizo un solo viaje en su máquina del tiempo. Con uno era suficiente. Retrocedió a los años sesenta, encontró a su madre, veinteañera en aquel tiempo y gastó todo su ingenio  en convencerla de que no se casara con ese joven agradable del que tanto se había enamorado.
Cuando, tras varias semanas,  logró convencerla,  Ángel buscó su reflejo en el escaparate de una tienda. Allí, esperó pacientemente a que su imagen se desvaneciera. Desapareció de la existencia sonriendo con la certeza de haber contribuido a la felicidad de la que hubiera sido su madre.

sábado, 12 de mayo de 2018

Muy feliz con la entrevista que me han hecho en Sincronía. org
Muchas gracias, Manuel López. Detallazo.
Por si me queréis conocer un poco más.
http://www.sincronia.org/voces/carlos-roncero/

domingo, 6 de mayo de 2018


Leticia salió a pasear, como cada tarde, por los alrededores de su pueblo. No regresó. Un hijo de puta intentó violarla, ella se resistió y acabó asesinada a golpe de piedras. Si no se hubiera resistido, es probable que siguiese viva pero tengo la certeza de que ese miserable no hubiera sido condenado como agresor sexual, no hubiera sido condenado por violación. La certeza me la da la ley, nuestra ley, nuestro código penal, que hace la distinción entre abuso y agresión sexual. Una ley hecha por personas, hombres y mujeres, con estudios y cultura pero que, en algún momento perdieron el sentido común, el contacto con la realidad, el fin de su cometido, que es proteger a la víctima, proteger a la sociedad. Con esa ley, la audiencia de Barcelona ha condenado a un hombre por abuso sexual porque durante la penetración no consentida (ahora que está condenado no puedo decir violación) la víctima, menor de edad, no opuso resistencia al estar en estado de shock.
Ahora, un montón de hombres y mujeres con estudios van a discutir sobre lo obvio. Así como nadie se imagina una comisión de científicos discutiendo si las naranjas salen de los naranjeros, un grupo de juristas van a debatir sobre si una penetración no consentida es o no es una violación.