sábado, 14 de abril de 2018

Cuando somos niños un lápiz no es solo un lápiz, la mayoría de las veces es un avión. Luego, llega el momento inevitable en que el lápiz empieza a dejar de ser un avón En ese momeno se forman dos grupos: aquellos para los que el lápiz ya solo será un lápiz, y aquellos para los que el lápiz compartiá su función con la de seguir siendo un avión. Este segundo grupo mola. Yo pertenezco este segundo grupo y espero seguir perteneciendo el resto de mi vida.

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