viernes, 27 de julio de 2018


Influencer
Eso nos llamó César Bona a los docentes que acudimos el jueves a su charla.
Me gustó el término.
Me gustó la charla.
Y es que influimos, marcamos, para bien o para mal en los alumnos. Ya no solo en cómo demos las clases sino en cómo somos como personas.
César Bona puso un ejemplo de un profesor que le marcó negativamente y, escuchándole, no pude evitar recordar a la profesora que me marcó de tal modo que mi cerebro se bloqueó para las ciencias hasta el día de hoy. Y ahí sigue, bloqueado.
Fue mi profesora de física en segundo de bachillerato (cuarto de ESO hoy). No solo era mala explicando sino que no tenía ningún tipo de tacto hacia los que no entendíamos sus clases. Por eso, cuando me sacaba a la pizarra para mí era un tormento. Ese silencio que hacía toda la clase cuando la profesora me preguntaba y yo me quedaba mudo no se me ha olvidado.
Tal sufrimiento supusieron para mí sus clases que me quedé sin capacidad alguna para sentirme atraído por las ciencias o los números. Ella no solo me cerró una opción en mi vida sino que me hizo odiar una asignatura que, de por sí, es preciosa.
Al pasar a tercero, y todavía no sé cómo pasé, elegí letras puras, conociendo al que iba a ser mi mejor amigo y que me cambiaría en todos los aspectos positivos que se os puedan ocurrir. Tuve un profesor extraordinario de Historia que me marcó de tal modo  que me hice profesor de Historia. Una puerta me abrió otra, podréis pensar; o no hay mal que por bien no venga. Sin embargo, no me consuela. Me gustaría pensar que ningún docente puede influirte negativamente. Si lo hace, es un fracaso como profesor y, probablemente, como persona.   

sábado, 21 de julio de 2018


Las cientos de personas que se manifestaron el otro día en el Valle de los Caídos no solo avergüenzan a España, sino que son la prueba de una Transición a la Democracia mal hecha. Una Transición que perdonó y no juzgó. En las circunstancias de la época, con más de la mitad del ejército plenamente franquista, no cabía otra cosa, de acuerdo. Pero esto es lo que sucede cuando perdonas a los necios, que, no solo no te lo agradecen, sino que te restriegan en la cara su necedad durante décadas.

domingo, 15 de julio de 2018



¿Os imagináis a Gregory Peck renunciando a su papel de Atticus Finch porque el colectivo de abogados criticara indignado que el actor no es abogado y, por lo tanto, no puede interpretar a un abogado? Imagináoslo también con cualquier otra profesión.
¿Os imagináis a Dustin Hoffman renunciando a su papel en Tootsie, o a Lemon y Curtis en Con faldas y a lo loco porque las mujeres criticaran indignadas que estos actores no son mujeres y, por lo tanto, no pueden interpretar a mujeres?
¿Os imagináis a Shirley MacLaine renunciando a su papel en La Calumnia porque las lesbianas criticaran indignadas que MacLaine no es lesbiana y, por lo tanto, no puede interpretar a una lesbiana?
¿Os imagináis a Steffano Accorsi renunciando a su extraordinario papel en El hada ignorante porque los homosexuales criticaran indignados que Accorsi no es homosexual y, por lo tanto, no puede interpretar a un homosexual?
¿Os imagináis a Julie Andrews renunciando a su papel en Víctor o Victoria porque los hombres criticáramos indignados que la actriz no es un hombre y, por lo tanto, no puede interpretar a hombres?
¿Os imagináis a Jared Leto renunciando a su papel en Dallas Buyers Club o a Hillary Swank en Boys don`t cry (interpretaciones que supusieron para ambos el Oscar) porque los transexuales criticaran indignados que ambos no son transexuales y que, por lo tanto, no pueden interpretar a un transexual?
¿Verdad que no os lo imagináis?
Bueno, pues eso está pasando ahora.
Scarlett Johansson ha renunciado a su papel en Rub and Tug porque mucha gente ha criticado indignada que la actriz no es transexual y que, por lo tanto no puede interpretar a un transexual y tiene que ser una actriz transexual quien lo haga.
A Paco León le está sucediendo lo mismo con su nueva serie, en la que interpreta a un transexual, aunque él no ha renunciado.
Yo he creído siempre que la labor de los actores y actrices es la de interpretar a personas que no son. Pretender, por ejemplo, que sea un homosexual el que interprete a un homosexual y, sobre todo, pretenderlo por defender los derechos de los homosexuales es, sencillamente, confundir el contexto en el que se tienen que defender esos derechos y, ya de paso, ir convirtiéndonos todos en unos borregos condicionados por el miedo a indignar a alguien.


jueves, 5 de julio de 2018


A lo largo de este mes el gobierno aplicará el descuento del 75% en los vuelos a la Península para los canarios.
No veáis la que se ha armado aquí, en Canarias, cuando el gobierno de Pedro Sánchez anunció que la aplicación podría tardar unos seis meses más en llegar, tal y como permite la redacción de los presupuestos generales del Estado, aprobados en su momento por, entre otros, Coalición Canaria.
Hago un inciso para recordar que fueron gobiernos socialistas los que empezaron a aplicar descuentos a los canarios, primero Felipe González y luego Zapatero.
Ningún otro gobierno lo ha hecho. Lo digo por lo que le ha caído al PSOE estos días en Canarias, como si los canarios no tuviéramos más preocupaciones que estar esperando el día en que se aplique el 75% para pillar vuelos.
Pues el Gobierno Canario ha conseguido hacer creer a muchos canarios que lo del descuento es la principal preocupación y necesidad en las Islas Canarias, que nuestras vidas cambiarán a mejor con ese descuento, que no hay maldad más grande para Canarias que no se aplique ese descuento.
Ana Oramas, diputada por Coalición Canaria en el Congreso lo dejó así de claro. Y no veáis lo orgullosos que están muchos canarios de ella, por defender “lo nuestro”. Cómo detesto ese argumento y qué pereza y tristeza me dan los que llevan creyendo en él más de treinta años.
La ignorancia es tal que muchos olvidan que este descuento se pagará con los impuestos de todos los canarios. No es un regalo. Tampoco ven que las compañías aéreas, al estar subvencionadas con este descuento, subirán los precios a los peninsulares, por lo que el turismo en Canarias acabará resintiéndose. Vaya, parece que no nos cuentan todo los de “lo nuestro”
Coalición Canaria votó en contra de una enmienda a los presupuestos generales propuesta por Podemos para declarar los vuelos entre Canarias y la Península como obligación de servicio público, que incluía poner precios máximos en los vuelos y así evitar la subida de precios por parte de los compañías aéreas. Lo voy a decir otra vez, por si no se ha pillado: Coalición Canaria, los de “lo nuestro” votó en contra de una enmienda que beneficiaba al conjunto de los canarios. Tampoco este descuento servirá para los canarios que trabajan en el extranjero, puesto que no son residentes en Canarias.
Coalición Canaria es la responsable directa de que Canarias esté a la cola en todo, además de “vender” su costa a constructores y empresas hoteleras que se llevan la mayor parte del beneficio del turismo. Es la responsable del desastre de la Sanidad, del bajo empleo, del fracaso escolar, de la falta de oportunidades, pero, oye, qué bien defiende “lo nuestro” y qué sumamente importante es el descuento del 75% en los vuelos. Sin duda, gracias a él, muchos canarios saldrán del umbral de pobreza en el que están y de un futuro sin perspectivas.
Eso sí, Coalición Canaria, defendiendo una vez más “lo nuestro”, está trabajando para nombrar como presidenta honorífica y perpetua del Cabildo de Tenerife a la Virgen de Candelaria.
Menos mal. Seguro que ahora nos va a ir mucho mejor.

sábado, 30 de junio de 2018


Si te deja tu novia, te jodes.
Lo decía La Unión, en su amor fugaz.
Yo diría, si te deja tu novia, te jodes, y punto.
Pero no hay punto.
Hay más.
No se acaba.
Hay insultos, hay amenazas, hay violencia, hay asesinatos.
Trato de entenderlo. No quiero quedarme en que son unos hijos de puta. Eso ya lo sabemos. Quiero entender un comportamiento que me desborda.
Por supuesto, la clave está en el machismo y su concepto de la mujer como propiedad, y la solución es la educación en la igualdad.
Pero no es suficiente. Es la base, pero no es suficiente.
Esta debe de ser acompañada por una educación que enseñe a los hombres, desde que son niños, a gestionar los fracasos.
La mujer ha sido educada en la sociedad machista para que obedezca, para que sea cuidada por el hombre. Se da por hecho que la mujer va a cometer errores, pero ahí están los hombres para enmendarlos y conducir a sus parejas por el buen camino.
La mujer en el mundo occidental, está logrando, poco a poco, sacudirse toda esa mierda y andar sola sin la ayuda de nadie. Cae y se levanta. Eso la está haciendo más fuerte y segura, lo que acojona a los hombres que no evolucionan, que siguen pensando que son el sexo dominante, que no admiten un fracaso porque la sociedad les educó para que no fracasaran. No serían hombres si lo hicieran.
No los estoy excusando, trato de entender toda esta basura del machismo que nos han metido en la cabeza desde pequeños. Los hombres, en muchas ocasiones, nos hundimos ante los contratiempos. Algunos reaccionan de forma violenta ante un fracaso que no pueden ni quieren asumir, desde algo tan trivial como que su equipo pierda un partido (ya veis lo violentos que se ponen algunos) hasta el asesinato de su pareja cuando la relación se acaba. ¿Cómo es posible que se termine la relación y no sea él quien la haya dado por terminada?, ¿cómo quedará ante su familia, ante sus amigos, ante la sociedad que le ha vendido que tiene que tener éxito en todo y no le ha explicado lo que pasa cuando se fracasa?
Todos debemos educar para que los niños afronten que en la vida hay obstáculos y que los fracasos forman parte de ella y que tras un fracaso, nos levantamos hasta que volvemos a fracasar y nos volvemos a levantar, y así hasta el día de nuestra muerte. Basta ya de quitarles las piedras del camino, basta ya de tanto campeón y de tienes que cuidar a tu hermana y de los niños no lloran y de tanto consentimiento. Tenemos que hacerlo para que cuando llegue el momento entiendan que si te deja tu novia, te jodes. Y punto.

martes, 26 de junio de 2018


El diario ABC escupía el otro día en su portada esa aberración de que Pedro Sánchez imponía por decreto “la España bonita”, en alusión a la llegada del Aquarius a Valencia.
Pues bien, me la quedo, me quedo esa España bonita.
La prefiero a la España depresiva y corrupta que nos había impuesto el PP.
No sé vosotros, pero yo llevaba seis años cabreado. Seis años, se dice pronto.
Con cada ley con la que nos quitaban derechos, con cada uno de sus recortes y sus injusticias, y con la brecha de desigualdad que no paraban de crear, con su hipocresía sobre cómo, supuestamente, estamos saliendo de la crisis. Muy cabreado, tenso. Me descubría a mí mismo apretando la mandíbula para disolver la rabia y sin saber muy bien por qué y es que ese malestar había anidado en mi estado de ánimo.
No sé qué hará Pedro Sánchez. No lo tiene fácil, pero, de momento, todo es distinto. Se nota en el ambiente, no hay tanta crispación. Yo mismo estoy más relajado, no digo contento porque eso es muy complicado con los políticos españoles. Seguramente, acabaré cabreado con el PSOE, como tantas otras veces me ha pasado, pero ahora no; ahora estoy disfrutando este momento de esperanza, porque la palabra es esa, esperanza.

jueves, 21 de junio de 2018

Muy feliz porque en la web de Educación 3. 0 recomienda como lectura imprescindible para este verano mi novela "Clara dice".
Muchas gracias, Cristina Fernández.
https://www.educaciontrespuntocero.com/formacion/lecturas-verano-adolescentes/48964.html

sábado, 16 de junio de 2018


El pasado martes fue un día muy emotivo para mí pues conocí a Pedro Mari Sánchez, actor que me inspiró directamente para construir  ese gran personaje que es Diego Quintana y Salazar para mi novela “La Extraordinaria historia de Juan Barreto”. Había ido yo a verle a su estupenda ponencia sobre la palabra y me quedé esperando para poder saludarle y regalarle un ejemplar de la novela. La foto recoge ese momento. El libro está en la bolsa. Nótese cómo la gerente de la entidad donde dio la charla se quiere llevar a Pedro Mari después de que el actor hubiera estado saludando atentamente a tantísima gente. Nótese cómo ignoro olímpicamente lo que hace la gerente pues nadie iba a privarme de la oportunidad de agradecerle al actor la inspiración que me ha proporcionado. Fueron dos minutos muy bonitos.
Días después Pedo Mari tuvo el detallazo absoluto de enviarme esta fotografía que inmortaliza un momento que me había llevado yo en mi corazón.


viernes, 8 de junio de 2018


Una moción de censura es un acto democrático.
Probablemente, el acto que más representa el concepto original de Rousseau sobre la Soberanía Nacional: la potestad del pueblo, en este caso el Parlamento, de sustituir, echar, suplantar, destituir al gobernante que lo haga mal.
Y eso es, exactamente, lo que ha sucedido.
Leo a mucha gente reclamar, incluido a miembros del PP, que es Rajoy el presidente que ha sido elegido por el pueblo. Es curioso cómo se les llena la boca de “Pueblo” a los del PP cuando les interesa. El caso es que no es el pueblo quien ha elegido a Rajoy. El pueblo, en las elecciones, no elige al presidente sino a los diputados que, luego, elegirán al presidente en el Parlamento.
Esto es así por la sencilla razón de que España es una democracia representativa,  no es una democracia directa.
Ojalá lo fuera, pero no lo es.
Nosotros, ese Pueblo que tanto mencionan los políticos, no decidimos más que el día de las elecciones y punto. Luego nos vamos a casa y pasamos del tema hasta las próximas elecciones. Mientras, los diputados decidirán y votarán las leyes por las que no nos vamos a interesar durante la legislatura.
A raíz de la moción de censura realizada por Pedro Sánchez vengo escuchando y leyendo algo que me entristece muchísimo,  y es ver a tanta gente trabajadora, a miembros de la clase obrera, defendiendo al Partido Popular.
Cada uno es libre de creer y pensar en lo que quiera, pero, a mi entender, sería ideal que se hiciera dentro de una coherencia. No es coherente defender a los responsables de que tu calidad de vida haya bajado, de que tu sueldo haya bajado, de que no llegues a fin de mes, de que te recorten derechos, de que falten médicos y servicios en la sanidad pública, de que peligren las pensiones, de que mucha gente viva en la precariedad, de rescates bancarios con dinero público, de que la burbuja inmobiliaria vuelva a inflarse,  de que hayan robado tantísimo dinero público en tantos casos de corrupción. No es coherente que tanta gente (un 17% con ingresos de menos de 600 euros al mes)  siga creyendo, después de seis años, que eso es herencia de gobiernos anteriores.
Es por eso que cuando gobierna la derecha en este país la educación es la primera en caer en sus zarpas, con sus recortes y con un sistema educativo que no fomenta el criterio propio. No le interesa que se piense, que se analice y reflexione.
En una democracia es absolutamente imprescindible que todos tengamos educación política. Ya que nuestra democracia no es directa, hagamos lo posible por informarnos de lo que hacen y no hacen nuestros políticos. Esos que nos representan, esos que eligen al presidente del gobierno tras las elecciones o en una moción de censura.

domingo, 3 de junio de 2018


En Estados Unidos una profesora de primaria preguntó a sus alumnos de ocho años qué invento reciente les gustaría que no se hubiera inventado. Uno de los niños escribió que el móvil, añadiendo que ojalá su madre nunca se lo hubiera comprado y que odiaba esa aparato.
Un niño de ocho años odiando.
La profesora subió la redacción a la red y esta se hizo inmediatamente viral, compartiéndose decenas de miles de veces.
Lo he dicho más de una vez y no me cansaré de decirlo: no estamos siendo muy consciente de las consecuencias de nuestro enganche al móvil.
En un debate que se produjo en las escuelas a raíz de esta redacción la mayoría de los alumnos afirmaba que sus padres estaban más tiempo en el Facebook que con ellos.
Nuestras adicciones a las redes sociales marcarán a fuego el desarrollo afectivo de las nuevas generaciones y estas las transmitirán a sus semejantes.
Hay quien no le da mayor importancia al tema. Está demasiado ocupado con su móvil para dársela.


miércoles, 30 de mayo de 2018


Hay una respuesta que tengo preparada en la cabeza por si alguna vez me hacen la pregunta. Creo firmemente en esa respuesta. Estoy convencido de que contribuiríamos a la igualdad si todos contestáramos esa respuesta cuando nos lo pregunten, si se dan las circunstancias, claro. Y sucedió: me preguntaron. Pero me cogió totalmente desprevenido. Dita sea.
Fuimos a comprar para un regalo una pluma estilográfica.
Entonces, el dependiente, sin avisarme, sin prevenirme, así, como quien no quiere la cosa, y sin mirarme, me hizo la maldita pregunta: ¿la quiere para un hombre o una mujer?
Tenía la respuesta, la tenía, pero se me escapó, no la dije. No la esperaba para una pluma. No le contesté “para una persona”.
Lo que daría por verle la cara al decírsela, pero me lo perdí porque no dije algo que creo y defiendo.
Estoy por entrar en una juguetería para resarcirme. Ahí fijo que me hacen la pregunta.


domingo, 27 de mayo de 2018


Pues tengo que daros una noticia literaria que me alegra mucho.
El comisario Trápaga vuelve a las librerías.
Será en octubre o noviembre.
Ayer firmé el contrato con la editorial.
Una editorial pequeña y joven, MaLuMa, que prefiere ir despacio pero segura.
Muy ilusionado.
Os iré contando.
Por de pronto, quedaos con el nombre de la novela.
Malenka.

miércoles, 23 de mayo de 2018


Nadie pone en duda, pero nadie, ¿eh?, ni siquiera los griegos, que los dioses griegos son ficticios. Nadie cuestiona la autoría y el mérito de los antiguos griegos en ello. Les servían para moralizar y crear metáforas cojonudas.
Nadie pone en duda, ni siquiera los egipcios, que los dioses egipcios fueron creados por algunos egipcios para controlar y atemorizar al resto de los egipcios.
¿Entonces por qué no sucede así con las religiones monoteístas? ¿Por qué se cree todo a pies juntillas? ¿No es lo mismo? ¿En qué momento perdimos la perspectiva? ¿La recuperaremos alguna vez?
Un ejemplo griego: Zeus se transforma en cisne para seducir a Leda y la deja embarazada (de esa unión nacen Cástor y Pólux).
Reacción del personal, siglo XXI: qué asco, zoofilia, menuda imaginación, qué pervertido el Zeus este, qué rebuscados estos griegos con su mitología.
Un ejemplo cristiano: Dios baja a la tierra como Espíritu Santo y, en forma de paloma, deja embarazada a María (de esa unión nace Jesucristo)
Reacción del personal, siglo XXI: palabra de Dios.
Amén.


jueves, 17 de mayo de 2018

AMOR DE HIJO (relato)


Amor de hijo (relato)

Veinte años de duro trabajo habían dado sus frutos. Ángel había dedicado dos décadas de su vida en verter toda su formación y conocimientos en aquella máquina que viajaba en el tiempo.
Siempre lo tuvo claro, desde el primer momento, desde que quedara solo tras el brutal  asesinato de su madre. Veinte años sin relacionarse, sin vida social. Solo. Trabajando en su invento.
Hizo un solo viaje en su máquina del tiempo. Con uno era suficiente. Retrocedió a los años sesenta, encontró a su madre, veinteañera en aquel tiempo y gastó todo su ingenio  en convencerla de que no se casara con ese joven agradable del que tanto se había enamorado.
Cuando, tras varias semanas,  logró convencerla,  Ángel buscó su reflejo en el escaparate de una tienda. Allí, esperó pacientemente a que su imagen se desvaneciera. Desapareció de la existencia sonriendo con la certeza de haber contribuido a la felicidad de la que hubiera sido su madre.

sábado, 12 de mayo de 2018

Muy feliz con la entrevista que me han hecho en Sincronía. org
Muchas gracias, Manuel López. Detallazo.
Por si me queréis conocer un poco más.
http://www.sincronia.org/voces/carlos-roncero/

domingo, 6 de mayo de 2018


Leticia salió a pasear, como cada tarde, por los alrededores de su pueblo. No regresó. Un hijo de puta intentó violarla, ella se resistió y acabó asesinada a golpe de piedras. Si no se hubiera resistido, es probable que siguiese viva pero tengo la certeza de que ese miserable no hubiera sido condenado como agresor sexual, no hubiera sido condenado por violación. La certeza me la da la ley, nuestra ley, nuestro código penal, que hace la distinción entre abuso y agresión sexual. Una ley hecha por personas, hombres y mujeres, con estudios y cultura pero que, en algún momento perdieron el sentido común, el contacto con la realidad, el fin de su cometido, que es proteger a la víctima, proteger a la sociedad. Con esa ley, la audiencia de Barcelona ha condenado a un hombre por abuso sexual porque durante la penetración no consentida (ahora que está condenado no puedo decir violación) la víctima, menor de edad, no opuso resistencia al estar en estado de shock.
Ahora, un montón de hombres y mujeres con estudios van a discutir sobre lo obvio. Así como nadie se imagina una comisión de científicos discutiendo si las naranjas salen de los naranjeros, un grupo de juristas van a debatir sobre si una penetración no consentida es o no es una violación.




lunes, 30 de abril de 2018


Leo porque me encanta.
Leo porque crecí viendo a mis padres leer.
Leo porque cada día de Reyes mi biblioteca aumentaba sin yo pedirlo.
Leo porque me encanta el olor de los libros.
Leo porque leyendo accedo a un mundo mejor en cuya entrada pone librería.
Leo porque pocas vivencias son tan grandes como sentir que es el libro el que te elige a ti y no tú al libro.
Leo porque me encanta amanecer leyendo.
Leo porque solo tengo una vida que no me llega para leer todo lo que quiero.
Leo porque tengo el cine en las venas.
Leo porque tuve el mejor profesor de historia que se pueda imaginar.
Leo porque sueño.
Leo porque viajo.
Leo porque las lecturas obligatorias de mis etapas educativas no pudieron conmigo.
Leo porque me gusta llevar la contraria a los que no leen.
Leo porque me gusta pensar que es contagioso.
Leo porque leer es vivir, o al revés.
Leo porque, a pesar de todo, leo.

domingo, 22 de abril de 2018


Advierto que en este texto hago un pequeño spoiler sobre mi novela “Clara dice”.
Recientemente hablé a alumnos de tercero de ESO en mi centro sobre mi novela “Clara dice”. Les emociona enormemente que su profesor sea el autor de un libro que han devorado, porque les encanta, y esperan ansiosos el día de esa charla. Llevo ya varios años viviendo esta experiencia maravillosa. Compartir con ellos mis vivencias como escritor y cómo se me ocurrió la novela. Entrar en clase y ver en las mesas mi libro es una vivencia que, como escritor, aprecio muchísimo. Es como verlo en los escaparates de las librerías.
En estas charlas siempre hay una pregunta que no falta: ¿Vas a hacer una segunda parte de Clara dice? Yo les pregunto que por qué iba a hacer algo así y me contestan  que hay un malo al que no han cogido y quieren saber qué pasa.
Primero les digo que usen su imaginación y después les explico que dejé el final abierto con toda la intención del mundo. Si cierro el final y todo es felicidad el lector se quedará tranquilo y no se hará preguntas; pero si dejo el final abierto con un halo de desconcierto o incertidumbre entonces sí que se harán preguntas. No se quedan muy satisfechos pero supongo que eso les obligará a pensar sobre el tema que trata el libro que son, en definitiva,  los peligros con los que te puedas encontrar en la red.
En junio estaré en Bilbao con chavales de la ESO hablando del libro. Estoy seguro de que esa pregunta aparecerá.

miércoles, 18 de abril de 2018


Se nos educa para competir; se nos educa para ganar. Desde que entramos en el sistema educativo, desde que entramos en cualquier categoría deportiva, desde que entramos en cualquier disciplina artística, desde que entramos en el mundo laboral. Ganar, ser el mejor, destacar. No aparece mucho la palabra compartir, cooperar o solidarizarse.
No es nada nuevo, pero nunca deja de sorprenderme, como lo que sucedió este fin de semana en los juegos de la Commonwealth. Durante la maratón, el atleta que lo lideraba perdió las fuerzas y se desvaneció; intentó levantarse pero no lo consiguió, incluso se golpeó severamente contra la valla y quedó tendido en el suelo, exhausto.
Aquí no hay una historia de superación. El atleta no logró levantarse.
Aquí hay una historia de vergüenza y de miseria humana. Nadie le ayuda, ni los motoristas de la organización, ni los aficionados que se apoyan en la valla y que prefieren grabarle en video o sacarle fotos antes que preocuparse por él.
Cuando llega el atleta que iba segundo tampoco se para, ni le mira, le ignora, ganando así la prueba.
Hay que ganar, hay que llegar el primero, hay que destacar, hay que ser mejor que nadie. Siempre recto, sin desviar la mirada de nuestro objetivo.
Es lo que hemos mamado desde niños.
Es la base del sistema.
Es la base de la competitividad.
Es la base del egoísmo.
Es la base de todas las guerras.