domingo, 12 de febrero de 2017



¿Sabéis esos cubiertos que combinan una especie de acero y plástico y que son muy monos? ¿Cuánto os duran sin romperse en medio de una intervención quirúrgica sobre un bistec? A mí, unas pocas semanas. ¿Y qué hacemos después? Ir  a la ferretería con la cabeza gacha y el sombrero cogido con las dos manos bien apretadito sobre el pecho y comprar cubiertos de acero puro de Kriptón cien por cien indestructibles, y más caros, claro. ¿Cuántas veces hemos comprado el mismo artículo? ¿Hemos ahorrado como pretendíamos astutamente al comprar el cubierto barato? Pues así con todo. Si lo queréis ver por el lado positivo, gracias a nuestra ingenuidad el sistema funciona. Vaya si funciona.

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